domingo, 5 de julio de 2015

Principios morales.

Todo comenzó como un vuelo en aquella petrificada avioneta. Tu surcabas el cielo con tu sonrisa, mientras yo, cabeza abajo, sostenía el mundo en el que corríamos.
La brisa acompañaba aquel sentimiento pasional mutuo. Nos hacia de cama, nos llevaba.
Mientras tu observabas mi niñería sobre la tierra, yo solo pensaba en lo sempiterno que era el horizonte mas allá de mis ojos. Decías: "que bonito el mar que nos acompaña". Yo decía: "mas bonito eres tu cuando en el te bañas".
En el crepúsculo del arenal te volviste, iluminándote la cara. Pues hasta aquel preciso momento no vislumbre nada mas hermoso que tu rostro.






Fotografias: Tavernes de la Valldigna

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